La «extinción» de la inspección de tributos del Ayuntamiento de Alicante
En breves fechas, la Inspección de Tributos del Ayuntamiento de Alicante se extinguirá. Hace más de 20 años el Pleno de la Corporación municipal acordó su creación para dar cumplimiento al desarrollo de la Ley de Haciendas Locales (Ley 39/1988), en aquellas fechas, recientemente entrada en vigor.
La Inspección de Tributos cumple un papel esencial dentro de los sistemas tributarios; el Tribunal Constitucional ha tenido ocasión de declarar, en distintas sentencias,
que para el efectivo cumplimiento del deber que impone el artículo 31.1 de la Constitución es imprescindible la actividad inspectora y comprobatoria de la Administración tributaria, ya que de otro modo se produciría una distribución injusta en la carga fiscal. En una palabra, la lucha contra el fraude fiscal es un fin y un mandato que la Constitución impone a todos los poderes públicos, singularmente al legislador y a los órganos de la Administración tributaria.
Desde esta perspectiva, la Inspección de Tributos del Ayuntamiento de Alicante ha cumplido fielmente, durante todos estos años, la singular tarea encomendada por los poderes públicos. En estos últimos nueve años ha coadyuvado con las finanzas locales aportando, gracias a sus actuaciones, más de 44 millones de euros, siendo referencia a nivel nacional por los campos en que ha desplegado sus actividades y por los éxitos cosechados en las vías económico-administrativa y contencioso-administrativa en que, en defensa de sus actuaciones, los tribunales han confirmado ajustadas a derecho sus resoluciones: los aciertos superan con creces los fallos.
En una decisión sin precedentes, dada la dimensión municipal y el conjunto de tributos que se exaccionan, con apenas repercusión mediática y escasa discusión política, el Ayuntamiento de Alicante ha optado por desmantelar su servicio de Hacienda, traspasando la gestión, liquidación, recaudación e inspección de todos sus tributos, con una pequeña excepción, a SUMA, el organismo de la Diputación encargado de la Gestión Tributaria. Durante años, me consta personalmente, los funcionarios de Hacienda han estado batiendo el cobre con limitación de medios, pero con resultados óptimos. Mejorable, todo lo es obviamente, pero no ha habido opción ni se ha preguntado, ni falta que les hace a los que han cocinado el acuerdo.
Unos días atrás me comentaban que la entrega de la Hacienda municipal había sido para obtener liquidez porque SUMA anticipará unos cuantos millones al mes, soslayar el cierre del grifo bancario y que los funcionarios pudieran cobrar sus nóminas; funcionarios manifestándose en la calle porque no les pagan la nómina a tiempo, ¡qué horror!
Nos han inmolado por salvar a nuestros compañeros, por salvarnos todos, ¡qué misión más divina!
Ave, Caesar, morituri te salutant.